Finalmente terminó el conflicto entre el gobierno y el campo… el que había tenido en vilo a gran parte del país. Y para no desteñir, el final del conflicto fue en extremo emocionante, sesiones maratónicas en el congreso, y un desempate vicepresidencial calificado como un acto heroico por unos y como alta traición por otros.
1. Estoy profundamente en desacuerdo con el la imagen que se ha hecho la población del vicepresidente Julio Cobos. Este señor, desertó de su partido (UCR) en momentos en que este se hallaba debilitado y se fue al lado de los Kirchner, boyantes de poder, para así poder alcanzar la vicepresidencia y quizás una cuotita de poder. Cuando a los Kirchner les empezó a ir mal con el conflicto del campo se distanció de ellos y finalmente votó en contra su proyecto, distanciando definitivamente del gobierno. Y todo esto en cuestión de meses! Es claro que este hace la traición y el conveniente acomodo su modus vivendi, su forma de escalar en la política. ¿Convicciones?... De eso ni hablar. Cuando él acepto sumarse al proyecto K, ya todos los argentinos sabían la pata de la que cojeaban los Kirchner, que no tenían respeto por las instituciones, ni por el federalismo, que parte de su poder se basaba en el manejo de la caja, que el gasto público era fuertemente creciente y que este debía financiarse, etc… Cobos convalidó todo esto al ser compañero de fórmula de Cristina Fernández, ¿Cuál fue la sorpresa que en esta ocasión “le impidió acompañar”? Su desempate en contra del gobierno, a pesar de que fue funcional a un fin que creo positivo (no aprobación del aumento de retenciones), no fue un acto heroico, ni pleno de convicciones, ni pensado a favor el bien de la nación, fue un acto (pienso) a favor de su conveniencia política. Creo que la Dra. Carrió ha acertado en calificarlo como el nuevo “becerro de oro”.
2. Este final de conflicto marca una gran oportunidad para el gobierno, puesto que debilita ese poder en las sombras que era el ex presidente, dándole mayor autonomía a la Cristina Fernández. La presidente debe darse cuenta de que la presión fiscal no puede incrementarse indefinidamente y que debe afrontar la tarea de desmantelar, aunque sea una parte, de la maraña de subsidios y controles existentes en la economía. Si no lo hace por convencimiento de que es lo mejor para el funcionamiento de esta, debe hacerlo por el convencimiento de que no puede ser financiado indefinidamente. La coyuntura internacional es favorable para Argentina, los términos de intercambio son en extremo beneficiosos, la crisis de inicio de siglo ha sido superada totalmente. Este es el momento para el país… uno que quizás no se repetirá en mucho tiempo. Además Argentina es un país de alto potencial: Tiene un ventaja comparativa inmensa para producir alimentos (justo lo que el mundo quiere hoy!); un nivel de capital humano alto en comparación a la región (no es la Argentina de antes, pero sigue siendo importante en este sentido) lo que se ve en ciertas manifestaciones innovadoras (biotecnología para el agro y los biocombustibles, software, negocios relacionados con las creatividad como publicidad y producción televisiva, negocios de alta complejidad como el relacionado con la energía –exploración de hidrocarburos, energía nuclear-); homogeneidad social y étnica (asunto muy complicado para otro países de la región, como los de área andina); reconocimiento mundial (por su tamaño e histórica preponderancia en la región junto a Brasil); etc… Este es el momento para el país. Aprovecharlo es un deber.
3. ¿Que vendrá ahora? Personalmente soy optimista. Creo que el gobierno entenderá el mensaje. Veremos seguramente un gobierno que, en el discurso dirá que continua con su modelo, pero que en los hechos hará un cambio: Reducirá su nivel de confrontación pues no se atreverá a arriesgarse a otra derrota como la reciente, el gasto publico empezará a reducir su velocidad de expansión por la imposibilidad de financiar la expansión al no poder aumentar la presión fiscal. Pienso también que habrá un cambio de gabinete antes del final de agosto, en él saldrán los más conflictivos, como Moreno. Estos cambios serán posibles gracias al debilitamiento de Néstor Kirchner. Pienso también que la economía va a perder un poco de impulso, pero eso será bueno pues ayudará a bajar la inflación, que ya es muy alta. El tipo de cambio no subirá mucho pues la liquidación de exportaciones obligaría a emitir muchos pesos, lo que tendría efectos inflacionarios que no creo el gobierno este dispuesto a aceptar.
4. Los efectos positivos de los cambios que puedan realizarse, además, serán percibidos durante el gobierno de Cristina, ya que este recién se inicia, por lo que ella tiene lo incentivos a encararlos.
A pesar de la problemática política actual, soy optimista sobre el futuro próximo.
1. Estoy profundamente en desacuerdo con el la imagen que se ha hecho la población del vicepresidente Julio Cobos. Este señor, desertó de su partido (UCR) en momentos en que este se hallaba debilitado y se fue al lado de los Kirchner, boyantes de poder, para así poder alcanzar la vicepresidencia y quizás una cuotita de poder. Cuando a los Kirchner les empezó a ir mal con el conflicto del campo se distanció de ellos y finalmente votó en contra su proyecto, distanciando definitivamente del gobierno. Y todo esto en cuestión de meses! Es claro que este hace la traición y el conveniente acomodo su modus vivendi, su forma de escalar en la política. ¿Convicciones?... De eso ni hablar. Cuando él acepto sumarse al proyecto K, ya todos los argentinos sabían la pata de la que cojeaban los Kirchner, que no tenían respeto por las instituciones, ni por el federalismo, que parte de su poder se basaba en el manejo de la caja, que el gasto público era fuertemente creciente y que este debía financiarse, etc… Cobos convalidó todo esto al ser compañero de fórmula de Cristina Fernández, ¿Cuál fue la sorpresa que en esta ocasión “le impidió acompañar”? Su desempate en contra del gobierno, a pesar de que fue funcional a un fin que creo positivo (no aprobación del aumento de retenciones), no fue un acto heroico, ni pleno de convicciones, ni pensado a favor el bien de la nación, fue un acto (pienso) a favor de su conveniencia política. Creo que la Dra. Carrió ha acertado en calificarlo como el nuevo “becerro de oro”.
2. Este final de conflicto marca una gran oportunidad para el gobierno, puesto que debilita ese poder en las sombras que era el ex presidente, dándole mayor autonomía a la Cristina Fernández. La presidente debe darse cuenta de que la presión fiscal no puede incrementarse indefinidamente y que debe afrontar la tarea de desmantelar, aunque sea una parte, de la maraña de subsidios y controles existentes en la economía. Si no lo hace por convencimiento de que es lo mejor para el funcionamiento de esta, debe hacerlo por el convencimiento de que no puede ser financiado indefinidamente. La coyuntura internacional es favorable para Argentina, los términos de intercambio son en extremo beneficiosos, la crisis de inicio de siglo ha sido superada totalmente. Este es el momento para el país… uno que quizás no se repetirá en mucho tiempo. Además Argentina es un país de alto potencial: Tiene un ventaja comparativa inmensa para producir alimentos (justo lo que el mundo quiere hoy!); un nivel de capital humano alto en comparación a la región (no es la Argentina de antes, pero sigue siendo importante en este sentido) lo que se ve en ciertas manifestaciones innovadoras (biotecnología para el agro y los biocombustibles, software, negocios relacionados con las creatividad como publicidad y producción televisiva, negocios de alta complejidad como el relacionado con la energía –exploración de hidrocarburos, energía nuclear-); homogeneidad social y étnica (asunto muy complicado para otro países de la región, como los de área andina); reconocimiento mundial (por su tamaño e histórica preponderancia en la región junto a Brasil); etc… Este es el momento para el país. Aprovecharlo es un deber.
3. ¿Que vendrá ahora? Personalmente soy optimista. Creo que el gobierno entenderá el mensaje. Veremos seguramente un gobierno que, en el discurso dirá que continua con su modelo, pero que en los hechos hará un cambio: Reducirá su nivel de confrontación pues no se atreverá a arriesgarse a otra derrota como la reciente, el gasto publico empezará a reducir su velocidad de expansión por la imposibilidad de financiar la expansión al no poder aumentar la presión fiscal. Pienso también que habrá un cambio de gabinete antes del final de agosto, en él saldrán los más conflictivos, como Moreno. Estos cambios serán posibles gracias al debilitamiento de Néstor Kirchner. Pienso también que la economía va a perder un poco de impulso, pero eso será bueno pues ayudará a bajar la inflación, que ya es muy alta. El tipo de cambio no subirá mucho pues la liquidación de exportaciones obligaría a emitir muchos pesos, lo que tendría efectos inflacionarios que no creo el gobierno este dispuesto a aceptar.
4. Los efectos positivos de los cambios que puedan realizarse, además, serán percibidos durante el gobierno de Cristina, ya que este recién se inicia, por lo que ella tiene lo incentivos a encararlos.
A pesar de la problemática política actual, soy optimista sobre el futuro próximo.
David Alfaro Serrano.
2 comentarios:
Coincido completamente respecto de la imagen que la opinión pública se ha hecho de Cobos, en todo caso hizo lo que tenía que hacer, votar en lo que creía (le dejo el beneficio de la duda), pero eso no lo convierte en heroe. Es curioso como rápidamente todos olvidaron que él eligió traicionar sus convicciones al adherir a la propuesta del Frente para la Victoria.
Por otro lado, quisiera ser optimista respecto del futuro (las condiciones están dadas), pero me preocupa que la Presidente aún no se haya referido a lo que sucedió, me preocupan los considerandos de la derogación de la resolución y, sobre todo, la manera que anunciaron la estatización de aerolíneas. Celebrar la adquisicón de una empresa regularmente deficitaria cuando el Estado no puede hacer frente a sus necesidades básicas me da un poco de miedo.
Buen artículo David.
Felipe
Apología de Cleto
"La fidelidad absoluta a un hombre es sumisión absoluta y constituye la peor traición contra uno mismo." ¿O no?
Para calificar un acto de traición o "defección" hay que estudiarlo según su intención, el acto en sí y su circunstancia (creo que esto lo dijo Aristóteles).
1) Cuando Cobos se unió al FPV no había radicales críticos de la falta de institucionalidad del gobierno kirchnerista: Lavagna, ex radical, fue el encargado de robarse a la oposición de Cristina haciendo lo que en política se llama un "manijazo" del electorado radical y de muchos que buscaban una alternativa. A 2 meses de la elección Lavagna volvió como se fue- sin palabras. Hay que resaltar que Carrió no es más "radical" (ni siquiera es del ARI), Lopez Murphy se había vuelto loco y el partido radical conseguía menos votos que el partido humanista.
¿A quién traicionó entonces cuando se unió? Más de uno creyó el "Vamos por el cambio",¿ por qué no se lo perdonamos a Cobos?
Intención dudosa. Acto en sí: concertación plural. Circunstancia: más que entendibles.
2) La traición del "mi voto no es positivo" tuvo tan poca determinación personal que llama la atención. Cristina no recibía a Cobos (el presidente del senado) desde hacía más de 2 semanas y le pedía al Congreso entero que aceptara una resolución sin cambiarla cuando justamente para eso se la manda a las cámaras. Cobos, por su parte, sabía que esta decisión lo iba a transformar en un "traidor" y trató postergar la decisión tanto tiempo que Picheto lo trató de Judas y le dijo que se apurara (implícitamente calificó al FPV de Espíritu Santo y a Cristina de Jesucristo). Cobos quiso que se abriera un cuarto intermedio y no quisieron, pidió que se reconsiderad:
"La ciudadanía no está esperando que desempate el presidente del Senado: lo que está
esperando, a mi humilde entender, es que de acá salga algo consensuado, y yo sé que está en
el ánimo de todos ustedes aportar a este consenso... Yo les quiero pedir que evalúen la posibilidad de pasar a un cuarto intermedio para
encontrar una solución, que es la que está esperando la ciudadanía, sin mezquindades de cada
uno de los sectores porque el país está mirándonos" a lo que Picheto respondió: Señor presidente: Jesús dijo a los discípulos "lo que haya que hacer,
hagámoslo rápido."
Así. Intención: digamos dudosa
Acto en sí: bueno
Circunstancia: más que entendible.
Cobos no sería vicepresidente si no pudiera leer los reclamos populares y estoy convencido de que sabía que su SI lo iba a debilitar, y de que su NO lo iba a hacer merecedor de todo lo sembrado por la oposición. Hasta acá puedo especular.
Cobos es un becerro pero no un becerro traidor, es más bien un becerro aberdeen angus.
Juan Ignacio Vázquez Broquá
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