jueves, 9 de julio de 2009

Dos observaciones sobre la situación en Honduras y la OEA

Obs 1. No es fácil decir que hubo un golpe en Honduras.

Como se señala en "No 'coup' in Honduras" (Recomiendo su lectura: http://zerosheep.com/2009/07/01/no-coup-in-honduras), no parece fácil decir que lo ocurrido en ese país sea un golpe de estado. El artículo propone que en vez de eso sería un impase constitucional. Ya que a pesar de que a pesar de que las circunstancias y formas de la acción militar nos recuerden los golpes de estado de antaño (http://blogs.ubc.ca/andeandemocracy/2009/06/30/the-defence-of-democracy-cannot-be-selective/) esto no parece tan claro si se revisan algunos artículos de la constitución hondureña (se puede consultar aquí: http://pdba.georgetown.edu/Constitutions/Honduras/hond05.html) y se considera lo siguiente: 

i) Zelaya se puso al margen de la ley al tratar de modificar la constitución, esto fue señalado con anterioridad a su derrocamiento por la corte suprema y el parlamento. Zelaya y sus seguidores han dicho que en realidad no se trataba de un intento de modificación constitucional pues solo se trataba de un "encuesta", pues hacer esto del modo en que Zelaya lo iba a hacer (con una cuarta urna en un proceso electoral) también fue declarado inconstitucional. En síntesis, Zelaya se puso al margen de la ley.

Por si eso fuera poco, al no permitirse la colocación de cuarta urna, Zelaya ordenó a lo militares hacerlo (o sea, dio una orden ilegal a las FFAA), quienes se negaron (correctamente). 

ii) La constitución de Honduras da a las FFAA el mandato de hacer valer "el imperio de la constitución", y "la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República" (art.272). Esto es a mi juicio un mal artículo constitucional, creo que no se le debe dar a las FFAA un rol tan político como el hacer cumplir la alternancia en la presidencia, pero lo cierto es que así lo establece la constitución.

iii) La constitución hondureña no establece un mecanismo para destituir a un presidente. El art. 205 #15 que contenía el método para hacerlo fue derogado en 2003 (ver http://blogs.ubc.ca/andeandemocracy/2009/06/29/constitutional-analysis-honduras/). Por lo que comentarios diciendo que "la destitución de Zelaya la debió haber hecho el congreso para ser válida" (yo sostenía esa postura antes de informarme más, ahora no estoy tan seguro) están basados opiniones sobre formas (no hubieran quedado tan mal si...). Nada en la ley de Honduras obliga a que haya una destitución por parte del congreso antes de que el presidente sea sacado de su cargo (el congreso hondureño lo hizo, pero después).

A luz de esto parece que, si bien podemos decir que lo ocurrido en Honduras es indeseable, no podemos decir que sea ilegal.


Obs 2. La OEA ha quedado en una posición inaceptable.

Las resoluciones de la OEA tienen poca o nula capacidad de hacerse cumplir, así, como las de la mayoría de los organismos internacionales, son más bien declaraciones y sentencias de cumplimiento voluntario. Para colmo, muchas de ellas están redactadas de modo que implican pocos cambios concretos. Un caso de esto último es la resolución que declara sin efecto la expulsión de Cuba de la OEA (la readmisión queda esta queda sujeta a la solicitud de ese país y a la "conformidad con las prácticas, los propósitos y principios de la OEA". La resolución está acá: http://www.oas.org/39ag/documents/AGRES-2438S.doc). Sin embargo estas son importantes como símbolos políticos. En tanto tal, esta resolución muestra tolerancia con el régimen de Cuba. Esto es incompatible con la dureza con la que se ha tratado a Honduras, cuya participación en el organismo ha sido suspendida pese a que el nuevo gobierno es civil y ha convocado a elecciones, a diferencia del cubano, que es militar y dictatorial. ¿Porque la OEA es más tolerante con Cuba? ¿No deben todos los participantes de este organismo comprometerse con la carta democrática? Si esto es así y se quiere tomar una postura dura con Honduras, no debería haberse eliminado la restricción a Cuba (todos mochos o todos con cola, reza el dicho popular). Al tratar de modo tan distinto a Cuba y Honduras la OEA ha quedado en una posición inaceptable, tan inaceptable como cuando condenaba a Cuba mientras toleraba dictaduras de derecha en otros países del continente.

Creo que la solución óptima para este entuerto en la OEA (en realidad pienso que lo mejor sería disolverla, pero bueno, eso no está entre las opciones) es la eliminación de la carta democrática por dos razones (debería ampliar este punto en otro post): i) Si bien muchos podemos creer que la democracia es un sistema preferible, debe dejarse a los países experimentar sus propios procesos sociales, incluso si eso implica que abandonen el sistema democrático; ii) El imperio de un sistema democrático no se puede auditar de modo mínimamente objetivo ¿Como sabemos si un país cumple la carta democrática? La situación se complica más si hay vacío legales como los señalados en la observación 1 (no deben existir normas, como la carta democrática, cuyo cumplimiento no sea verificable de modo objetivo).

Una vez eliminada la carta democrática, Honduras y Cuba deberían quedar en condiciones de participar del organismo si lo desean.

                                                                                David Alfaro Serrano.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Por lo que escribiste, me queda la impresión de que la destitución de Zelaya fue constitucional y que el expresidente cometió un "crimen de traición". Pero, más allá del caso hondureño, me parece que lo que a vos más te molesta es que la OEA es un chiste. Defendés que los países tienen que experimentar sus propios procesos sociales, pero hoy resulta imposible pensar en países que no se integren al mundo. Hoy ,a mi parecer, resulta igual de importante que existan organismos internacionales creíbles, que sirvan como canales de diálogo y permitan políticas articuladas entre países o regiones. La existencia de organismos internacionales con fuerte institucionalidad permitirían importar instituciones a países como Honduras o Argentina.
Pero, si Estados Unidos no respeta las decisiones de las Naciones Unidas al momento de invadir Irak, o propaga dictaduras en latinoamérica... es todo un problema.
Además, un problema de fondo es que la legitimidad de un organismo internacional se nutre de la institucionalidad de los países miembros, y la institucionalidad de los países miembros se ve afectada por la aprobación o no de los organismos internacionales.
Muy bueno el artículo